viernes, 26 de abril de 2024

Historia

Aben Aboo

Abén Aboo, noble morisco español de nombre cristiano Diego López, originario de Mecina Bombarón

La Alpujarra ha sido, a lo largo de los milenios, escenario y testigo mudo de innumerables acontecimientos de carácter histórico.
Los sirios y fenicios fueron el primer pueblo que entabló relaciones comerciales con las colonias autóctonas del Mediterráneo español y fueron los posibles fundadores de Sex (Motril), Ábdera (Adra), Sexi (Almuñecar),etc.

Es sabido que los cartaginenses, herederos de los intereses comerciales fenicios, establecieron prósperas industrias a lo largo del litoral alpujarreño, teniendo como base la salazón del pescado, los minerales, el esparto almeriense y las mercancías derivadas del mar.

Del paso de los romanos por la Alpujarra, a partir del año 27 a.C., poseemos abundantes testimonios. Aquí en Mecina contamos con el puente romano.

La Alpujarra aislada entre montañas, siempre ha ofrecido su carácter de fortaleza natural como baluarte para resistir a los que intentaban penetrar en su interior. Por ello, la Alpujarra ha sido escenario de rebeliones y hechos singulares, que han contribuido decisivamente a conformar el carácter y personalidad de la comarca, convirtiéndose en una de sus señas de identidad, que la han hecho universalmente conocida.

Se cree que los primeros pobladores de La Alpujarra, fueron unas tribus africanas descendientes de la etnia camita que vinieron en el período neolítico y ocuparon las tierras que comprenden la franja situada entre Sierra Nevada y el Mediterráneo. Prueba de ello son los ejemplares de hachas pulimentadas, cuchillos de piedra y otros elementos neolíticos encontrados en Mecina Bombarón, Bérchules y Mairena. Hacia el año 1200 a.C. los tartesios se asentaron en las faldas de Sierra Nevada, explotando sus minas y cultivando sus valles. Después vendrían los Fenicios, Griegos y Cartaginenses, pero su estancia en estas tierras sería muy efímera y pronto dejarían paso a los romanos.

Sin embargo, la historia de la Alpujarra cobra todo su protagonismo a partir del dominio musulmán debido a sus avanzadas técnicas de utilización del suelo y de los recursos naturales. Los árabes lograron una agricultura de regadío utilizando sofisticados sistemas de riego, algunos de los cuales se usan hoy en día. De ésta época procede gran parte de los rasgos culturales que han configurado su original folklore. La parte de la historia alpujarreña más documentada es la rebelión de los moriscos de 1568. Los Reyes Católicos establecieron las Capitulaciones con la población islámica, en la que se respetaban sus propiedades, libertad de costumbres y culto religioso, pero el descontento era general y las sublevaciones continuas. Así en la nochebuena de 1568 se produjo una rebelión en la que fue coronado rey de los alzados Abén Humeya, don Fernando de Válor. Al año siguiente éste fue asesinado, asumiendo el reinado su primo Diego López, Abén Aboo, conocido históricamente por el cruel nombre de “El Reyecillo”, fue odiado por sus enemigos y por sus propios partidarios, tras haber traicionado a su primo. Estuvo al frente de la rebelión morisca durante un año y medio, y finalmente murió el día 15 de Marzo de 1571, en una cueva situada entre Mecina Bombarón y Bérchules. Fecha que supuso la expulsión total de los moriscos en la Alpujarra, y para que estas tierras no quedaran desiertas y a fin de paliar los graves efectos económicos, Felipe II ordenaría que la Alpujarra fuera repoblada por más de 2000 familias procedentes de Galicia, León, Asturias y Castilla.

En estas localidades siguen circulando numerosas leyendas referidas a los innumerables tesoros escondidos en la comarca por los moriscos. Abundan aquí los parajes relacionados con este tipo de leyendas, como la “Cueva del soldado”, el “Tesoro del Alamillo” o el “Tajo del Riegecillo”.

  • Extracto del Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico con referencias de Yegen y Mecina Bombbarón (año 1845)
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Libro de Pio Navarro

Libro de Pio Navarro

Libro de Antonio Lorenzo Blanco

Antonio Lorenzo Blanco

Personajes o escritores de interés

La Alpujarra de la Sierra a lo largo de su historia, fue patria y lugar de acogida de diversos personajes de interés. Yegen es conocido internacionalmente por el escritor inglés Gerald Brenan, este se afincó en el pueblo tras recorrer parte de la Alpujarra, e hizo un estudio antropológico y cultural riguroso recogido en su brillante obra “Al Sur de Granada”. Mecina Bombarón a su vez fue patria de Abén Aboo, quien durante año y medio reinó en la Alpujarra, de su propiedad fue parte de la cortijada de Montenegro. Defensor a ultranza de una Alpujarra musulmana, sufrió la época final de la sublevación más sangrienta. Pedro Antonio de Alarcón también visito los pueblos de la Alpujarra Granadina, y obsequio con piropos inéditos a Yegen, refiriéndose a este “ como un ramo de flores y olorosas hierbas depositado por un amante en el regazo de la blanca Solair”.

Gerald Brenan y “Al Sur de Granada”

Al sur de granada

Largometraje de Al sur de granada

Hispanista británico nacido en Sliema (Malta) en 1894, y fallecido en Alhaurín el Grande, en 1987. Desde 1919 hasta 1936 residió largas temporadas en Andalucía. Al estallar la Guerra Civil española se encontraba en Churriana (Málaga), donde fue testigo directo de excepción de los acontecimientos ocurridos en la provincia.

El escritor vivió varios años entre 1920 y 1934 en el pueblo alpujarreño de Yegen, en busca de sí mismo, arrebatado por la sencilla espontaneidad de las gentes, los ruidos, el trajín, las creencias y costumbres de tipo folklórico, todo lo anota minuciosamente y lo contrasta dando como resultado en 1951, su obra “Al Sur de Granada”.

Un libro curioso en el cual admiramos tanto el primor con que están descritos los tipos y sus maneras, estamos ante una valiosa monografía antropológica servida en un lenguaje transido de emociones. Gracias a este libro Yegen ha difundido su cultura en diversos documentales como “La mirada de Brenan”, rodado en su mayor parte en el pueblo o mediante el reciente largometraje de Fernando Colomo “Al Sur de Granada” que revive los años que Brenan pasó en nuestra localidad.

Brenan también fue seguidor de la causa republicana, en 1943 publicó la obra titulada “El laberinto español” antecedentes sociales y políticos de la guerra civil. En 1950 publica “La faz actual de España”, en la que se prolonga el análisis iniciado en la obra anterior. También fue autor de “La literatura del pueblo español”, y posteriormente publico su “Memoria Personal 1920-1975” en la que recoge una serie de vivencias personales durante esos años.

 

Abén Aboo

Diego López Abén Aboo fue un noble morisco español, nacido en fecha desconocida en Medina de Bombarón. Este histórico personaje, odiado por sus enemigos y por no pocos de sus propios amigos, fue uno de los principales caudillos moriscos alzados en las Alpujarras a finales de 1568. Sucedió al frente de la revuelta a su primo hermano Aben Humeya, tras haberlo traicionado para sucederle como rey de la sublevación morisca. Fue coronado rey con el ceremonial que se coronaban los reyes andaluces y lo llamaron Abdalá Abenabó, rey de los andaluces. Se movió entre Orgiva y Mecina Bombarón, donde tenía su sede. La guerra estuvo localizada en La Alpujarra, donde recibió la obediencia de todas las familias moriscas, así fue bien visto, respetado, obedecido y temido como rey. Su trágico final le da un aspecto aún mas heroico, ya que antepuso la fidelidad a sus creencias “a todas las mercedes que el rey Felipe le pudiera hacer”. Abén Aboo conocido por “el Reyecillo” fue finalmente asesinado en 1571 en unas cuevas entre Mecina Bombarón y Bérchules.

Pedro Antonio de Alarcón

Novelista español nacido en Guadix (Granada) en 1833 y murió en Valdemoro (Madrid) en 1891. Entregado al periodismo dirigió “El eco de Occidente” y establecido en Madrid fue responsable de “El látigo”, revista satírica y anticlerical, en Madrid formó parte del grupo de escritores románticos. Como dramaturgo fue muy aplaudido por el público en su obra “El hijo pródigo”, pero no demasiado aceptado por la crítica, al igual que le ocurrió con sus poesías satíricas y humorísticas. El éxito le llego finalmente con sus crónicas de viajes, empezando por “el Diario de un testigo de la guerra de África”, o el relato de la “Guerra en Marruecos” de 1859-1860, y siguiendo su estilo publicó otras dos obras más “De Madrid a Nápoles” (1861) y “la Alpujarra” en 1873. En ésta última relata su paso por esta comarca, y al parecer se da la circunstancia de que se alojó en la misma casa que Gerald Brenan durante una noche. De su paso por Yegen recoge algunas impresiones del pueblo: “Yegen está sumamente elevado en las andamiadas de la Sierra; pero tan defendido de los vientos del Norte, y tan a merced del Sol y del ambiente de África, que en él encontramos, entre brillantes chorros de nieve derretida que bajan de las vecinas cumbres, granados en flor, opulentos olivos y hasta naranjos llenos de fruto.” Además distingue a Yegen con piropos que no tiene para otros pueblos vecinos, así en una ocasión lo consideró: “chico y verde como un oasis” y más adelante hace referencia a él como: “el diminuto y frondoso Yegen”.

Prosiguió con su redacción de novelas que fueron muy apreciadas en general, como es el caso de “El sombrero de tres picos” y “El escándalo”. Otras obras suyas son “El capitán veneno” y “La pródiga” de escaso éxito, este fracaso lo llevo finalmente a publicar un libro autobiográfico con el que la crítica fue más tolerante.

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